ESO QUE TU HACES

Siempre nos termina seduciendo aquel que no muestra demasiado interés. Ya sea hablando de pareja, de trabajo, de dinero, de proyectos, etc. Parece que nos gustase sufrir, que fuéramos "hijos del rigor", como sentencia aquella frase de la abuela. Y es que sí, comprobado casi hasta el hartazgo. Si te demuestra amor incondicional, es lindo pero no te mueve la estantería. Y para nosotros latinos, de sangre caliente, si no te genera emociones limites... no sirve. Te da más ganas de descartarlo que de conservarlo.
Simplemente sucede. No lo podemos evitar. Se siente o no se siente. El amor, para nosotros, tiene más que ver con los extremos que con los medios. Vamos de la tristeza a la alegría con solo un gesto del otro, o con un pensamiento que nos devuelva a él. En psiquiatría se le llama a eso un comportamiento maníaco - depresivo. Claro que en mayor escala. Pero es la misma diferencia que existe entre un quiste o un tumor de ovarios. Lo único que varía es la impronta (intensidad, duración) del estrés que lo sostiene.
Porque sí. Tanto el quiste, como el tumor, como el amor por eso que nos lleva de un extremo a otro de las emociones visibles... son mecanismos de supervivencia. En definitiva: programas inconscientes que funcionan en automático. Que nos sirven para mantenernos con vida ante una amenaza. Gracias a ellos estamos vivos. A no RE NEGAR. Te esta sirviendo.
Claro que si sos de esas personas que están tratando de vivir la nueva era a consciencia. Amor consciente, economía consciente, salud consciente, relaciones conscientes, etc. Si estas presentando estos síntomas no te esta yendo muy exitosa la empresa de la consciencia (por más que sigas justificando con hermosos relatos esos comportamientos que no puedes evitar pero prefieres decir que los escoges para ver hasta donde llegas 🤣 si si, los conozco).
Tenemos que ser conscientes y sinceros con nosotros mismos:
* Cuando no me da paz. Es un programa.
* Cuando no lo puedo evitar. Es un programa.
* Cuando ya no me duele, molesta, pero sigue ahí, solo silencie las emociones... pero sigue siendo un programa.
* Cuando no soy el dueño de mis reacciones. Es un programa.
* Separarme de eso que me daña por elección consciente es una parte positiva y preventiva de un programa que esta en vías de revelarse, pero aún no lo ha hecho del todo.
Y la verdad que estar sujetos a programas es lo que nos mantuvo con vida por milenios. Iremos sustituyendo esos programas por programas nuevos hasta que ya no necesitemos de ellos y podamos vivir en el vacío presente, sin necesitar emociones polares para saber que estamos vivos y todo se transforme en un amor consciente y equilibrado hacia absolutamente todo, programas incluidos.
Por lo menos así... lo veo hoy.

Ivana López Frascari